lunes, 13 de julio de 2015

Después de la muerte de un ser querido

Unknown | 4:23 p.m. |
Estaba en un lugar obscuro y sentí como mi mundo se des-hacia; haciéndome pensar que siempre fue de arena fina. Trate y trate de aferrarme, pero simplemente fue inútil.
Entonces; una voz entre la más obscura penumbra. Dijo:
Yo estoy aquí... Y pregunte: Quién eres tú?.
"Yo soy la luz"
Todo se iluminó...

Fue un fragmento de una experiencia personal, sin embargo me pareció oportuno ya que describe el fin de algo.  La impotencia ante un cambio que sale de control, previsión o incluso entendimiento y como la fe puede sacarnos de eso mediante un amor superior que solo pide creer.

Era una de esas veces en las que el dolor golpea la puerta de un ser querido; se trataba de Alondra una buena amiga mía y la partida prematura de su hijo de 12 años. Sobraba cualquier palabra al menos por el momento, de la manera que podía ayudar era estando cerca y atenta a cualquier cambio. Créanlo tiene mucha importancia el acompañamiento que damos en esos momentos.

Se veía fuerte, centrada y para muchos hasta un tanto frívola; al menos era así para quién no le conocía.
Bueno; es que hay personas y PERSONAS; he conocido gente que tiene un extraño morbo por el sufrimiento de otros; de eso les hablo otro día.
Sabía que era una mujer de convicciones y de una fe profunda, en ocasiones habíamos pasado horas discutiendo y discrepando temas religiosos, lo que no impedía que las grandes concordancias nos hicieran ponernos de acuerdo en muchos temas.
Mientras estaba en silencio mi mente procesaba al tiempo que comprendía que aún se encontraba en fase de negación; cada uno manejamos nuestros tiempos y propio orden en el proceso de duelo.
Del punto de vista de "Paso de Almas" la tranquilidad que reflejaba era una fortaleza que le permitiría a su hijo un buen paso o tránsito por este mundo. No atarse a lo material, no aferrarse y fluir. Sin embargo como amiga sabia que pronto se quebraría.

Los días pasaron el barullo del momento disminuyó y con ello la fuerza de Alondra, lo que temía había llegado, empezó a cuestionarse  a sí misma y, en lo que había creído. Se enfrentaba a la tristeza que la sumía en una obscura depresión, en mis intentos por comunicarme note una actitud a la defensiva; sabia que cualquier cosa que dijera en esos momentos me harían objeto de su ira con o sin razón. Decidí nuevamente respetar su tiempo no sin antes hacerle saber que estaba ahí.  Lo único que podía hacer era orar y pedir luz para su vida.

Días después recibí su llamada y en una tarde de cappuccinos me comento respecto a un sueño solicitando mi interpretación; en el pudo ver a su hijo resplandeciente y lleno de vida, apenas  pudo estar unos minutos, diciéndole que tenia que irse por que llevaba prisa y que no debía estar triste porque el estaba bien.

Para mi las razones del sueño me resultaron clarísmas.
Su hijo había sentido la situación y decidió mostrarse para que supiera que estaba bien, que llevaba su propio proceso en el mundo espiritual y por esa razón tenía prisa.
Esta experiencia fue determinante en cuanto a su fortaleza  y la fé que fue renacida. Sentía con seguridad que su hijo seguía y que estaban aún conectados,

Lo único que puede sacarte de la obscuridad es el amor y creér. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Search